TECNOLOGÍA COMO MOTOR PARA EL APRENDIZAJE

Introducción

La palabra tecnología procede del griego τέχνη /téchnē/, que significa arte, oficio o destreza. Esto lleva a pensar en cómo hemos resignificado el término en nuestros días. Por su origen, la palabra tecnología se encuentra más del lado de las habilidades y el dominio de los procesos dentro de cierta disciplina, que en las herramientas físicas o digitales creadas para su ejecución. 

Si bien, hoy visualizamos a la tecnología más como esos elementos auxiliares para la generación de ciertas tareas o resultados, existe una necesidad clara de su manejo y apropiación ante el logro de estos objetivos. Por tanto, podemos entender a la tecnología como una solución para alcanzar determinados propósitos humanos.

¿Cuáles son estos propósitos? ¿A qué necesidades se brinda respuesta? ¿Cómo reconocer la factibilidad real de su empleo y el costo o impacto en el presente y en el futuro?

El campo del aprendizaje es sin duda, uno de los entornos en donde confluyen los paradigmas de la tecnopedagogía sobre cómo, qué aprender y con qué calidad, y esto permea en todos las áreas y disciplinas indistintamente si son ciencias exactas o humanas, ya que todos requerimos aprender para continuar vigentes en nuestra trayectoria profesional.

¿Cómo impulsa la tecnología al aprendizaje?

Existen diferentes momentos de aplicación de la tecnología ante los procesos de aprendizaje, ya sea antes de comenzar, para optimizar las tareas, para acercar información o personas, etcétera.

  • Como medio de comunicación

Nos ayuda a acercar la información a otros indistinto del lugar, espacio e incluso el idioma y viceversa. Se rompen las barreras de traslados, costos o disponibilidad de agenda. Aquí se tienen diferentes herramientas libres y de paga, desde la aplicación de Whatsapp hasta una plataforma para webinars como Zoom o Teams.

  • Como medio de colaboración

Es factible la construcción de información en colectivo a través de documentos compartidos a los que se pueden tener acceso desde diferentes lugares. Hoy contamos con sitios para realizar desde un documento de texto, hasta infografías, mapas conceptuales, páginas web o sitios de creación de código

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  • Como medios de apoyo a la formación y gestión del conocimiento

Tenemos herramientas para gamificar y ludificar la experiencia de aprendizaje, generando juegos, construyendo rutas, juegos o retos con el propósito de obtener puntos, insignias o premios. Partiendo de juegos virtuales ya existentes, diseñando propios o bien integrando diversas técnicas al entorno virtual, como la lluvia de ideas, Bingo, juego de Memoria, etcétera.

Igualmente, podemos encontrar herramientas para documentar, compartir u homologar lo aprendido, generar testimonios, grabar una técnica, un proceso o una actividad concreta y dejar ese conocimiento como un medio de conservación de dicha información. 

En este bloque, existen también medios para evaluar de forma individual o colectiva, ya sea a nivel de reacción como una encuesta, a un  nivel complejo, bajo la creación de instrumentos digitales con métodos cuantificables, o a través de pruebas de ejecución o resolución de problemas.

  • Como medio de gestión y seguimiento

Este punto como auxiliar para el aprendizaje ya sea nuestro o de otros, incluye plataformas que permiten ver las rutas de aprendizaje, los cursos que se deben tomar, las tareas a realizar, los objetivos o las actividades asignadas. Hay sitios que incluso tienen cronómetros para gestionar la calidad vs. la productividad del desempeño. En el caso de la gestión personal, podemos visualizar desde los procesos formales de aprendizaje como la ejecución de tareas, hasta entornos en donde se gestionan las metas de un plan de senderismo, de ciclismo o de atletismo. 

En cambio, en el ámbito empresarial, hay plataformas que nos permiten dar seguimiento a los grupos de trabajo, a los cursos tomados, el plan de desarrollo, las calificaciones o evaluaciones; emitir retroalimentación o pedir ciertos ajustes con base en indicadores de desempeño.

  • Como medios de sistematización, optimización y automatización

Esta tecnología es la que tiene mayores adeptos, pues auxilia a la productividad, a la efectividad y al logro de objetivos a nivel personal, profesional y empresarial. Estas herramientas auxilian al aprendizaje de una forma integral, por un lado permiten que la operación sea más eficiente, pero por otro requieren de personas que desarrollen el pensamiento creativo y estratégico para ver el futuro y con ello avanzar y  sumar nuevas herramientas, visualizar nuevos problemas y proponer soluciones. En esta clasificación podemos encontrar desde Excel para sistematizar el manejo y análisis de datos hasta el fenómeno de tendencia el muy sonado CHAT GPT 4, que constituye una inteligencia artificial capaz de aprender incluso de la propia generación de resultados que surgen a partir de las peticiones de los usuarios.

El aprendizaje en entornos donde el uso de la inteligencia artificial simplifica y automatiza ciertas tareas, nos reta como personas en formación y/o como formadores a revisar cuál es el valor que otorgamos en nuestros servicios y productos ante estas tecnologías: ¿calidez, calidad, humanidad, empatía con el cliente o usuario? 

Como se puede observar la tecnología de alguna forma esta inmersa en nuestros días, incluso si no despertamos con el instinto de aprender, ya que el mantenimiento de nuestras actividades profesionales poco a poco nos llevan a integrar en menor o mayor medida ciertos recursos tecnológicos  y con ello a desarrollar las habilidades pertinentes para manejarlos de forma efectiva pero también ética.

Principio de autonomía ante el aprendizaje y la tecnología

Finalmente, es importante resaltar que ante la cercanía de tecnologías de código abierto, bajo o cero costo, también viene una visión global denominada “do it yourself”, o hazlo tú mismo. Cuyo principio se centra en que seamos capaces de ejecutar lo cotidiano con apoyo de herramientas intuitivas y de uso lógico y común, y que como usuarios seamos también generadores de mejoras, peticiones y ajustes para el funcionamiento de tales herramientas. En este sentido, la tecnología no puede verse como un aparato ajeno al ser humano, es un medio que impulsa nuestras propias capacidades para evolucionar y acompañar el desarrollo de nuevas herramientas basadas en investigación y experiencia de uso y servicio.

Ser autónomos en este tiempo, es aprender y lograr ejecutar ciertas tareas a partir de la exploración, pero también es participar de forma activa en su escalamiento, a fin de ser conscientes de los posibles riesgos y cambios que vienen, y no solo ser receptores de los mismos.

Aprender con la tecnología es explotarla, maximizar sus bondades y anticipar sus mejoras; sin embargo, si no la empleamos, estaremos siempre atrás, corriendo para subirnos a un tren que llega y se va antes que nosotros.

By Alyn Sánchez